Las pausas de 10 segundos son claves en el aprendizaje, según un estudio

Un nuevo estudio ha revelado que hacer pausas de 10 segundos incrementa de manera notable el aprendizaje de cualquier tipo de contenido. En concreto, su memorización. Esto sería fundamental en actividades como aprender un nuevo idioma o una rutina en un instrumento musical.

La investigación fue publicada en la prestigiosa revista Cell Reports en 2021. Se trata de un hallazgo que echa por tierra la vieja idea de que para fijar un conocimiento solo es necesario repetirlo hasta el cansancio. De hecho, se sabe que muchas personas hacen eso y no consiguen fijar ese nuevo aprendizaje.

… “un buen sueño o descanso después del aprendizaje facilita este proceso de anclaje, sobre todo porque el cerebro vuelve a representar, sin percatarnos de ello, la secuencia de activación de las neuronas que han participado en la actividad en cuestión, lo que ayuda a consolidar esta secuencia en la memoria”.

-Bénédicte Salthun-Lassalle-

El estudio muestra que las pausas de 10 segundos operan como excelentes facilitadoras para la fijación de un nuevo aprendizaje. Al parecer, ese breve lapso es suficiente para producir un equilibrio entre el “anclaje” del nuevo conocimiento y la consolidación del mismo.

Chico descansando de estudiar

El cerebro y las pausas

Más allá de las pausas activas, que son más que recomendables en cualquier actividad, el cerebro como tal requiere de descansos periódicos para funcionar de manera correcta. Contrario a lo que muchos piensan, el cerebro no es un músculo y tampoco se vuelve más productivo si se le pone a trabajar hasta el cansancio. Más bien ocurre todo lo contrario.

Ya son varios los estudios que prueban la importante relación que existe entre el sueño y el aprendizaje. Se sabe que, durante ese estado, el cerebro llega a trabajar incluso más que en los momentos de vigilia. Una de las funciones que realiza es la de procesar y organizar la información que ha recibido. Esto repercute en la consolidación del aprendizaje.

Sin embargo, este nuevo estudio revela que hacer pausas durante las actividades de aprendizaje tiene un efecto similar. Esos descansos permiten que el cerebro lleve a cabo mejor las tareas de anclaje y consolidación del conocimiento adquirido. Es por eso que si se implementan, el rendimiento puede mejorar de forma notable.

Las pausas de 10 segundos: el experimento

El estudio publicado en Cell Reports señala que las pausas de 10 segundos son óptimas para memorizar y fijar alguna secuencia. Esto resulta de gran ayuda cuando se está aprendiendo un nuevo idioma, pero también en actividades como una secuencia de ejercicios o de movimientos, como conducir un coche o realizar un paso de baile.

La investigación fue dirigida por el doctor Ethan Buch, de los Institutos de Salud estadounidenses (NIH), y otros investigadores. Para llevarla a cabo se solicitó la colaboración de 33 voluntarios. A cada uno de ellos se les presentó una cifra de cinco números en una pantalla y se les pidió que la memorizaran.

Después, tenían que escribir esa cifra, tantas veces como fuera posible, en un lapso de 10 segundos. Al principio lo hicieron de forma continua, pero luego cada voluntario debía hacer pausas de 10 segundos. Durante todo el proceso, el cerebro de los participantes estuvo monitoreado mediante magnetoencefalografía. La prueba se realizó en dos etapas, con 35 ejercicios cada una.

Hombre serio pensando

Los resultados del estudio

Tras llevar a cabo esta prueba, se verificó que cada participante fue mejorando su capacidad de memorizar de forma paulatina. Hacia el undécimo intento, se estabilizó la memorización, es decir, dejó de incrementarse. Al revisar los datos de manera minuciosa, se encontró que la capacidad de memorizar volvió a aumentar tras las pausas de 10 segundos.

Al mismo tiempo, comprobaron que, durante esas pausas, el cerebro repetía la serie de cinco cifras que recién se había aprendido. Sin embargo, en ese lapso aumentaba la velocidad con la que el cerebro hacía esa repetición. En promedio, lo hacía 20 veces más rápido. Así mismo, entre más se repetía la práctica, mejor era la memorización que se producía.

Los investigadores encontraron que en todo este proceso se veían implicadas tres áreas del cerebro. Una es la corteza sensoriomotora, que está asociada con el aprendizaje y con los movimientos. En este caso, los movimientos de cada participante al escribir la cifra memorizada. Las otras dos áreas son la corteza entorrinal y el hipocampo, ambos relacionados con la memoria.

Se pudo comprobar que esas tres áreas cerebrales tienen una activa comunicación entre sí, tanto en los momentos en que los voluntarios memorizaban, como cuando hacían las pausas de 10 segundos. En conclusión, tales pausas sí ejercen una gran influencia sobre la habilidad para memorizar.

Fuente: Lamenteesmaravillosa.com

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